El paisaje urbano nos da la lectura del retrato social del que formamos parte. Con la pintura lo particularizamos desde el momento en que seleccionamos un lugar, elegimos un punto de vista y representamos las relaciones que se establecen en y con el paisaje.
Toldos
81 x 100 cm. Acrílico sobre madera. 1996
Zagrilla
55 x 46 cm. Acrílico sobre lienzo. 1997
Jardin de la memoria I
35x45 cm. Oleo sobre madera. 1999
Jardin de la memoria II
114x146 cm. Oleo sobre lienzo. 2000
El manzanares
60x30 cm. Acrílico sobre madera. 1998
El Poleo I
122 x 80 cm. Acrílico sobre madera. 1997
El Poleo (Córdoba)
80x122 cm. Acrílico sobre madera. 1997
Noche de perros
85x120cm. Acrílico sobre madera. 1998
Casi
60x90 cm. Oleo sobre madera. 1998